Debido a conversaciones en un foro ante las preguntas de cómo es mi entreno para las competencias, surgió la idea de escribir algo de lo que hago, en este caso, mi preparación y participación en el Maratón de la Ciudad de México. Esto es sólo mi experiencia, no pretendo hacer una receta de qué hacer antes y durante una competencia.
42.195Km es la distancia anhelada por muchos que inician en
las carreras, meses hasta años para dar forma a esta idea, sueños, luchas,
lágrimas, desvelos, caídas y el levantarse recorren por cada uno de quienes
asumen este compromiso.
Cuando empecé a correr siempre tuve que lidiar con frases
que escuchaban en torno a mí, tengo los pies planos y por ello no debía correr
ni podía hacer deporte, al fin y al cabo mi pasión por el fútbol me mantuvo
ahí.
Muchos apuestan muchas horas de
entrenamiento, horas en el gimnasio, para hacerse más fuerte cuando le toque
estar ahí, por mi parte consideraba que no estaba para dedicar tanto tiempo y
seguir planes tan estrictos para tener un desempeño aceptable.
De acuerdo a la experiencia vivida
en mi infancia y también a mis conocimientos en psicología pude concluir que
las respuestas físicas están muy relaciones con lo mental, de ahí quizá el
miedo a no poder porque aprendemos a ser débiles y tal vez por eso estamos en
esto para sobre ponernos a ello.
Así de esta forma, mi entrenamiento
consistió en un trabajo físico-mental, creer en tu cuerpo es creer en ti, en lo
que estás haciendo, es pensar y ver al cuerpo como la máquina más fuerte a la que
alimento con el combustible de mi energía y que se expresa así porque la
fortaleza la establezco desde ahí a cada parte de ella, en adelante sólo eso
nos une, la comunicación coherente de lo que pienso una totalidad hacia la consecución
de lo perseguido.
Cuando uno está, incluso desde
antes, inmerso en el Maratón, al miedo a la cercanía, y el pensar se llena
remotamente de mensajes negativos, es cuando comienza el cuerpo a desfallecer, sí
bien es cierto es necesario cuidar ciertos detalles, haber entrenado, los tenis
apropiados para una carrera larga, alimentarse e hidratarse cada cierto tiempo,
el cuerpo se va haciendo cada vez más débil, comienza a dolerte todo, a recordar
que hace un tiempo atrás se tuvo una lesión en esa parte, en fin se comienza a
invadirse todo lo malo en uno.
Por lo demás detalles no suelo
consumir geles ni cosas similares, porque eso me hace estar lejos de mi propósito,
si quiero hacer fuerte a mi cuerpo con
ello, le estaría expresando una debilidad, le estaría diciendo no confío en mí
y por tanto tampoco en ti, siempre aprendemos que cuando estamos enfermos de
gripa debemos recurrir a tal medicina, es decir no dependemos de nosotros
mismos, de nuestros propios recursos.
El cuerpo es sometido a estrés en
cada momento que transcurre los pasos, comenzamos entonces a detenernos, parece
que poco a poco nos damos por vencidos, el dolor más que indicarnos lo débil
que está el cuerpo debe ser más bien un indicador de que es lo que debo y puedo
hacer, seguramente en ese momento la postura ya no es la mejor, te está
diciendo algo, hay que levantar ese cuerpo, erguirlo será la cuestión,
comunicarse con el cuerpo y llenar el pensamiento de imágenes agradables,
positivas.
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